El pensamiento está presente en cada momento nos permite establecer criterios dando solución a cualquier tipo de problemática.
Es considerado un proceso ya que consiste en recibir información, procesarla, archiva lo más importante y posteriormente da respuesta al problema.
Conforme el ser humano va creciendo el proceso se hace cada vez más complicado debido a que ya tiene información previa la cual será requerida para el problema.
Existen dos tipos de pensamiento convergente y divergente.
El pensamiento convergente: propuesto por Guilford consiste en dar solución a la incógnita partiendo desde distintos puntos de vista, escogiendo entre estas la mejor o la más conveniente para la solución.
El pensamiento divergente: también propuesto por Guilford consiste en que el individuo ejerza su imaginación dando así distintas soluciones a su problema.
Cabe resaltar su importancia ya que un buen pensamiento nos conlleva a una mejor realización y un mejor estilo de vida, permitiéndonos abrir paso a nuevas experiencias que probablemente nos dirijan a nuevas formas de pensamiento. Sin el pensamiento no podríamos dar solución a nuestros problemas, cuando empleamos el pensamiento lo debemos hacer de tal forma que podamos elegir entre distintas opciones para que finalmente sea aplicada de forma correcta.
Entre estas opciones tenemos:
Pensamiento convergente: dar solución de una manera directa aplicando nuestros criterios.
Pensamiento divergente:” echar a volar nuestra imaginación es el punto principal con el propósito de formar creativamente una solución más cercana a lo requerido.
Pensamiento lateral: consiste en crear de o dar una suposición para dar solución.
Finalmente hay que tener en cuenta que el resultado del proceso puede ser el éxito o el fracaso por tal motivo hay que aprender a pensar aprender a razonar correctamente.
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